Levantarme de la cama en la mañana sin dormir casi nada. Desayunar salchichas enlatadas calentadas en microondas y un café amargo. Ir al mismo trabajo por las mismas calles todos los días.
La ciudad de los Astros es la ciudad más grande y antigua del continente, con más de tres mil años de historia. A pesar de su increíble arquitectura moderna, parques que parecen bosques y puertos espaciales que nunca duermen...camino como un hombre invesble sin rumbo por sus calles.
Un hombre puede cometer muchos errores en su vida. Algunos tan insignificantes como poner sal al té en lugar de azúcar y algunos errores son tan grandes que paralizan tu vida. Y ahora no pasa un día sin que desee tener una maquina del tiempo para corregir ese error. No pasa un solo día sin que piense en ella, no pasa un solo día sin que desee tenerla a mi lado otra vez. Ahora siento que los días no pasan y que todo lo que hago no tiene sentido...me siento paralizado.
Las salchichas se terminaron y el amargo café tambien. Es hora de ir al trabajo en el puerto espacial. Es un trabajo difícil, hacer que cientos de toneladas de metal y cables levanten vuelo y cruzen la galaxia no es fácil. Y los pilotos son los héroes. Aveces pienso que los usuarios creen que las naves vuelan por arte de magia.
Después de un turno de doce horas, recibir y despachar varias naves espaciales y ver toneladas de carga exótica, es hora de ir a casa. Vivo en un edificio de doscientos cincuenta pisos muy cerca del puerto en el que trabajo. Es una noche fría y un poco lluviosa, porque no ir caminando a casa. Y que buena suerte que tengo, a mitad de camino la pequeña lluvia se convierte en tormenta. Estoy a mitad de comino, regreso al puerto? Continuo? Que hago?.
Bien. Tomare otro camino, una calle que creo es un atajo. Creo.
Las calles están oscuras y se convirtieron en ríos, el viento es tan fuerte y cambiante que apenas logró sostenerme en pie. Ok, ahí hay una puerta, rayos esta cerrada. Ya no soporto el viento y me acorruco al pie de la puerta esperando que todo pase rápido. Estoy completamente mojado, el viento frío me corta la cara y no siento las piernas, creo que es hipotermia. No se cuanto mas pueda aguantar... Ya no puedo mas, relajo mi cuerpo y me dejo caer sobre la puerta. Cierro los ojos...y solo la veo a ella y pienso: si este es el final del camino, que mejor que verla a ella antes de morir...
De repente escucho el crujir de unas maderas y siento como caigo en un vacío.
Todo esta oscuro, ya no hay lluvia ni viento cortante. Aunque sigo mojado y temblando de frío. Y escucho una voz de mujer muy suave y dulce: Precencia de vida detectada. Signos vitales críticos. Activando sistema de calefacción.
Algunas luces tenues están encendidas y solo veo mesas y sillas apiladas en montones. Poco a poco dejo de temblar.
Donde estoy?
Bien, creo que ya puedo pararme. Camino entre las mesas desordenadas tratando de entender que era este lugar. En una pared de fondo veo un pequeño letrero que dice entrada con una luz blanca parpadeando muy tenuemente.
Entrada. Debería entrar? O me doy vuelta y me olvido de este lugar? Y por un acto reflejo veo como mi mano se extiende, toca el letrero y lo que pensé que era una pared se convierte en una puerta y se abre. Me encuentro con unas gradas iluminadas de blanco intenso y las sigo hacia abajo...entro en una sala gigante y otra vez escucho la voz dulce y suave: Bienvenido!
Pero...pero esto es imposible! Se supone que este lugar solo era un mito, una leyenda urbana!
La ultima vez que había visto un libro fue hace unos años atrás en un museo. Y aquí estoy ante filas y filas de estantes llenos de miles y miles de libros.
Porque esta este lugar aquí?
Porque nadie sabe de el?
Ya voy media hora caminando entre estos estantes, y no creo haber llegado ni a la mitad.
Debería contar sobre este lugar a alguien?
No! Este será mi lugar, mi lugar secreto.
Mi biblioteca, mi biblioteca secreta.
La ciudad de los Astros es la ciudad más grande y antigua del continente, con más de tres mil años de historia. A pesar de su increíble arquitectura moderna, parques que parecen bosques y puertos espaciales que nunca duermen...camino como un hombre invesble sin rumbo por sus calles.
Un hombre puede cometer muchos errores en su vida. Algunos tan insignificantes como poner sal al té en lugar de azúcar y algunos errores son tan grandes que paralizan tu vida. Y ahora no pasa un día sin que desee tener una maquina del tiempo para corregir ese error. No pasa un solo día sin que piense en ella, no pasa un solo día sin que desee tenerla a mi lado otra vez. Ahora siento que los días no pasan y que todo lo que hago no tiene sentido...me siento paralizado.
Las salchichas se terminaron y el amargo café tambien. Es hora de ir al trabajo en el puerto espacial. Es un trabajo difícil, hacer que cientos de toneladas de metal y cables levanten vuelo y cruzen la galaxia no es fácil. Y los pilotos son los héroes. Aveces pienso que los usuarios creen que las naves vuelan por arte de magia.
Después de un turno de doce horas, recibir y despachar varias naves espaciales y ver toneladas de carga exótica, es hora de ir a casa. Vivo en un edificio de doscientos cincuenta pisos muy cerca del puerto en el que trabajo. Es una noche fría y un poco lluviosa, porque no ir caminando a casa. Y que buena suerte que tengo, a mitad de camino la pequeña lluvia se convierte en tormenta. Estoy a mitad de comino, regreso al puerto? Continuo? Que hago?.
Bien. Tomare otro camino, una calle que creo es un atajo. Creo.
Las calles están oscuras y se convirtieron en ríos, el viento es tan fuerte y cambiante que apenas logró sostenerme en pie. Ok, ahí hay una puerta, rayos esta cerrada. Ya no soporto el viento y me acorruco al pie de la puerta esperando que todo pase rápido. Estoy completamente mojado, el viento frío me corta la cara y no siento las piernas, creo que es hipotermia. No se cuanto mas pueda aguantar... Ya no puedo mas, relajo mi cuerpo y me dejo caer sobre la puerta. Cierro los ojos...y solo la veo a ella y pienso: si este es el final del camino, que mejor que verla a ella antes de morir...
De repente escucho el crujir de unas maderas y siento como caigo en un vacío.
Todo esta oscuro, ya no hay lluvia ni viento cortante. Aunque sigo mojado y temblando de frío. Y escucho una voz de mujer muy suave y dulce: Precencia de vida detectada. Signos vitales críticos. Activando sistema de calefacción.
Algunas luces tenues están encendidas y solo veo mesas y sillas apiladas en montones. Poco a poco dejo de temblar.
Donde estoy?
Bien, creo que ya puedo pararme. Camino entre las mesas desordenadas tratando de entender que era este lugar. En una pared de fondo veo un pequeño letrero que dice entrada con una luz blanca parpadeando muy tenuemente.
Entrada. Debería entrar? O me doy vuelta y me olvido de este lugar? Y por un acto reflejo veo como mi mano se extiende, toca el letrero y lo que pensé que era una pared se convierte en una puerta y se abre. Me encuentro con unas gradas iluminadas de blanco intenso y las sigo hacia abajo...entro en una sala gigante y otra vez escucho la voz dulce y suave: Bienvenido!
Pero...pero esto es imposible! Se supone que este lugar solo era un mito, una leyenda urbana!
La ultima vez que había visto un libro fue hace unos años atrás en un museo. Y aquí estoy ante filas y filas de estantes llenos de miles y miles de libros.
Porque esta este lugar aquí?
Porque nadie sabe de el?
Ya voy media hora caminando entre estos estantes, y no creo haber llegado ni a la mitad.
Debería contar sobre este lugar a alguien?
No! Este será mi lugar, mi lugar secreto.
Mi biblioteca, mi biblioteca secreta.
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