19 febrero 2015

Un Viaje a la Ciudad de los Vientos

Echado en mi cama mirando el techo y escuchando el despertador. Toda la noche no pude dormir pensando en aquel lugar. Imaginando miles de posibilidades del como y porque de la existencia de esa biblioteca y porque nadie sabia de ella?

En el trabajo haciendo cosas de rutina escucho que alguien me dice: Oye! Toma tus cosas, te vas al puerto # 5 en la Ciudad de los Vientos. Hay un problema con la nave de los Mestizos y no puede partir.
Y lo único que pienso es : Maldita sea...No.
De camino a casa , mientras alisto la maleta y de camino a la estación estación de trenes Los Astros solo pienso en cómo podría zafarme de este viaje. Me detengo en una esquina, levanto la mirada y ahí esta! Pero como llegue hasta aquí otra vez?
Bueno entrare solo por unos minutos. Es un viaje largo y no me vendría mal un poco de lectura ligera. Bajo los escalones blancos y nuevamente escucho la voz: Bienvenido.
Ok, no tengo mucho tiempo. Así que tomare el primer libro, de la primera fila del primer estante...y el ganador es: Historia de los Pueblos. Mmm...bueno, algo de historia no hace mal. Además siempre me gusto la historia.

Trabajo en un puerto espacial y me mandan de viaje en tren? Bueno, es mejor que viajar en un vehículo terrestre después de todo.
Es increíble, ciento quince andenes, miles de personas corriendo a mi alrededor para alcanzar su tren. Empujones, gritos, niños perdidos, vendedores ambulantes, mendigos por doquier y un puñado de policías "intentando" mantener el orden. Que caos...la estación de trenes Los Astros.
Por fin en mi camarote y que suerte, es un camarote privado para dos. Siento como la maquina empieza a funcionar y el tren empieza a moverse. Que bien parece que mi compañero de viaje no llego a tiempo.
Con un fuerte golpe la puerta del camarote se abre y casi cayéndose entra un tipo gordo vestido con un traje terno desaliñado con la cara empapada en sudor y cargando tres maletas enormes. Se limpia el sudor de la frente con la manga de su saco gris y me dice: - Oustro baklesh. Imdulgo manstregio!
Creo que me esta hablando en Tansganes. Intento hacerle gestos para decirle que no lo entiendo. El levanta una mano y hace como si golpeara el aire y casi dejándose caer se sentó en el asiento frente mío. Creo que entendió mis gestos.
Un Tansganes, pero que hace tan lejos de su país? No es algo muy común verlos fuera de sus murallas.
Veo por la ventana que estamos pasando por el área industrial, fabricas, fabricas y mas fabricas. Significa que estamos en los limites de la ciudad. Creo que le dare una hojeada al libro. No lo había notado pero en la tapa de cuero hay un estampado de nuestro planeta. Y en el indice solo había nombres de ciudades. Algunas las había visitado, otras sabia de su existencia pero nunca tuve la oportunidad de verlas, y había ciudades que nunca antes había siquiera escuchado nombrar:


                                            La Ciudad de Los Astros
Las Cuevas
La Ciudad Verde
Erdingumener
La Ciudad de los Mil Templos
Alexandria
La Montaña de los Hijos de la Luna
La Isla Dorada
El Archipiélago Negro
Tansgania
La Ciudad de los Vientos
Las Tierras del Invierno Perpetuo
La Ciudad de Cristal
El Bosque Rojo
Las Praderas de Reigstarn

Automática mente paso las paginas hasta llegar a la ciudad a la cual me dirijo...

"La Ciudad de los Vientos, Ubicada justo en la frontera entre una selva frondosa y un desierto interminable. Creada al finalizar la guerra entre los clanes del desierto y los hombres de la selva. Edificada por guerreros que decidieron dejar las armas y convertirse en mineros. Blandir una pala y un pico no es tan doloroso como blandir una espada.
Una tierra azotada por vientos constantes y tormentas de arena, castigada con la erosión. Vegetación escasa y muchas lluvias de meteoritos."

Por un segundo miro a mi compañero de viaje y esta con los ojos cerrados. Y los botones de la camisa parecen que fueran a reventar con cada aspiración que hace. Que bien, al menos estará callado.
Rayos! No! Ronquidos!

Continuara...



07 febrero 2015

El Descubrimiento

Levantarme de la cama en la mañana sin dormir casi nada. Desayunar salchichas enlatadas calentadas en microondas y un café amargo. Ir al mismo trabajo por las mismas calles todos los días.
La ciudad de los Astros es la ciudad más grande y antigua del continente, con más de tres mil años de historia. A pesar de su increíble arquitectura moderna, parques que parecen bosques y puertos espaciales que nunca duermen...camino como un hombre invesble sin rumbo por sus calles.

Un hombre puede cometer muchos errores en su vida. Algunos tan insignificantes como poner sal al té en lugar de azúcar y algunos errores son tan grandes que paralizan tu vida. Y ahora no pasa un día sin que desee tener una maquina del tiempo para corregir ese error. No pasa un solo día sin que piense en ella, no pasa un solo día sin que desee tenerla a mi lado otra vez. Ahora siento que los días no pasan y que todo lo que hago no tiene sentido...me siento paralizado.

Las salchichas se terminaron y el amargo café tambien. Es hora de ir al trabajo en el puerto espacial. Es un trabajo difícil, hacer que cientos de toneladas de metal y cables levanten vuelo y cruzen la galaxia no es fácil. Y los pilotos son los héroes. Aveces pienso que los usuarios creen que las naves vuelan por arte de magia.
Después de un turno de doce horas, recibir y despachar varias naves espaciales y ver toneladas de carga exótica, es hora de ir a casa. Vivo en un edificio de doscientos cincuenta pisos muy cerca del puerto en el que trabajo. Es una noche fría y un poco lluviosa, porque no ir caminando a casa. Y que buena suerte que tengo, a mitad de camino la pequeña lluvia se convierte en tormenta. Estoy a mitad de comino, regreso al puerto? Continuo? Que hago?.
Bien. Tomare otro camino, una calle que creo es un atajo. Creo.
Las calles están oscuras y se convirtieron en ríos, el viento es tan fuerte y cambiante que apenas logró sostenerme en pie. Ok, ahí hay una puerta, rayos esta cerrada. Ya no soporto el viento y me acorruco al pie de la puerta esperando que todo pase rápido. Estoy completamente mojado, el viento frío me corta la cara y no siento las piernas, creo que es hipotermia. No se cuanto mas pueda aguantar... Ya no puedo mas, relajo mi cuerpo y me dejo caer sobre la puerta. Cierro los ojos...y solo la veo a ella y pienso: si este es el final del camino, que mejor que verla a ella antes de morir...

De repente escucho el crujir de unas maderas y siento como caigo en un vacío.
Todo esta oscuro, ya no hay lluvia ni viento cortante. Aunque sigo mojado y temblando de frío. Y escucho una voz de mujer muy suave y dulce: Precencia de vida detectada. Signos vitales críticos. Activando sistema de calefacción.
Algunas luces tenues están encendidas y solo veo mesas y sillas apiladas en montones. Poco a poco dejo de temblar.
Donde estoy?

Bien, creo que ya puedo pararme. Camino entre las mesas desordenadas tratando de entender que era este lugar. En una pared de fondo veo un pequeño letrero que dice entrada con una luz blanca parpadeando muy tenuemente.
Entrada. Debería entrar? O me doy vuelta y me olvido de este lugar? Y por un acto reflejo veo como mi mano se extiende, toca el letrero y lo que pensé que era una pared se convierte en una puerta y se abre. Me encuentro con unas gradas iluminadas de blanco intenso y las sigo hacia abajo...entro en una sala gigante y otra vez escucho la voz dulce y suave: Bienvenido!
Pero...pero esto es imposible! Se supone que este lugar solo era un mito, una leyenda urbana!
La ultima vez que había visto un libro fue hace unos años atrás en un museo. Y aquí estoy ante filas y filas de estantes llenos de miles y miles de libros.
Porque esta este lugar aquí?
Porque nadie sabe de el?
Ya voy media hora caminando entre estos estantes, y no creo haber llegado ni a la mitad.
Debería contar sobre este lugar a alguien?
No! Este será mi lugar, mi lugar secreto.
Mi biblioteca, mi biblioteca secreta.